El cáncer de vejiga a menudo puede pasarse por alto y confundirse con infecciones urinarias. Entre los principales signos, el síntoma más común es sangre en la orina. El paciente también puede sentir dolor al orinar, dolor de abdomen, espalda baja y pelvis, infecciones urinarias repetidas, incontinencia, cansancio y pérdida de peso.
Esta enfermedad es la mutación en las células uroteliales, es decir, el crecimiento anormal de las células que tienen origen en éste organo. Hoy, solo el 60% de los pacientes responde a las terapias actuales, por tal motivo la Fundación Sales lanzó una campaña para luchar contra esta enfermedad.
Foto: Roche España
¿Qué se puede hacer para reducir el riesgo de esta enfermedad?
- No fumar: así los químicos causantes de cáncer que contienen los cigarrillos, no tendrán la posibilidad de acumularse en la vejiga.
- Comer sano: mantener una dieta bien balanceada con variedad de frutas y vegetales, nueces y pescados ricos en Omega-3, y proteína magra. Reducir grasas y carnes rojas.
- Hacer ejercicio.
- Tomar agua y mantenerse hidratado: el agua puede diluir sustancias dañinas en la orina y trasladarlas fuera de la vejiga de forma más rápida. Los expertos aún no encontraron evidencia concluyente de que tomar agua pueda prevenir el cáncer de vejiga, pero puede ayudar.
- Reducir la exposición a químicos, especialmente en el trabajo, y respetar todas las reglas de seguridad existentes para evitar la exposición directa.
- Reportar cualquier síntoma: ante cualquier signo o síntoma, consultar a un médico.
La nutrición adecuada, la actividad física y el cuidado de la salud mental son aspectos fundamentales para abordar de forma más adecuada esta enfermedad.
Foto: Roche España
Hay diferentes tipos de células en la vejiga que pueden volverse cancerosas. El tipo de célula de la vejiga en la que comienza el cáncer determina el tipo de cáncer de vejiga. Los médicos utilizan esta información para determinar qué tratamientos pueden funcionar mejor para ti.
Los tipos de cáncer de vejiga comprenden: