Entre las responsabilidades laborales, el uso constante de la tecnología y el estrés de la vida moderna, encontrar tiempo para la intimidad —ya sea en pareja o en solitario— suele quedar relegado. Aunque el deseo sexual puede surgir de manera espontánea, en muchos casos mantener la conexión íntima requiere algo más que esperar a que “se dé el momento”: necesita planificación y una disposición consciente para priorizar el placer.
Cabe destacar que el cuidado de la sexualidad y el tiempo que dedicamos a la intimidad no solo impacta en nuestro bienestar físico, sino también en el emocional. La actividad sexual —ya sea con una pareja o con uno mismo— ayuda a reducir el estrés, promover la liberación de endorfinas y mejorar la calidad del sueño. Para quienes no están en pareja, explorar la propia sexualidad de manera saludable y consciente puede ser igualmente gratificante, además de ayudar a mantener una conexión positiva con el propio cuerpo y sus deseos.
En muchos casos mantener la conexión íntima requiere algo más que esperar a que “se dé el momento”
Desde la sexología, entendemos que reservar estos momentos no tiene que restarles espontaneidad. En cambio, anticiparlos puede crear un “ritual” que se vuelve parte del autocuidado. La intimidad es, en sí misma, una manera de recargar energías, tanto en una relación de pareja como en la relación que tenemos con nosotros mismos.
Tips para darse tiempo para la intimidad
1. Hagan del deseo una prioridad: Ya sea en pareja o a solas, hagan de estos momentos un hábito semanal. Reserven un espacio de tiempo en el que puedan conectar, sin importar si se trata de una cita en pareja o de un momento de autocuidado en solitario.
2. Desconexión en pareja y exploración en solitario:
• Si estás en pareja, designen un momento sin dispositivos ni distracciones. Esto les permitirá disfrutar plenamente de su presencia mutua sin interrupciones y redescubrir el vínculo íntimo.
• Si estás solo, aprovecha los recursos disponibles para explorar tu propio placer y autoconocimiento. La tecnología puede ser una aliada para experimentar de manera segura y creativa, conectando con tus deseos y preferencias sin presiones externas.
3. Exploren el poder de las fantasías: Las fantasías son un recurso esencial para enriquecer la vida sexual, tanto en pareja como en la intimidad con uno mismo. Estas no solo intensifican el deseo, sino que pueden ofrecer una vía de autodescubrimiento que amplía nuestra conexión con el placer. En pareja, compartirlas puede fortalecer la comunicación y abrir nuevas experiencias; en solitario, permiten experimentar y conectar profundamente con las propias emociones y deseos.
4. Valoren los gestos de intimidad diaria: No subestimen los pequeños gestos de cariño en pareja o el autocuidado en solitario. Un abrazo prolongado, un masaje o incluso una actividad que genere placer puede crear la atmósfera adecuada para la conexión íntima.
5. Reflexionen sobre sus necesidades: En pareja, conversen sobre lo que cada uno necesita para sentirse valorado y en conexión; si están solos, tómense un tiempo para explorar sus deseos y expectativas con ustedes mismos, sin juicios.
La sexualidad es una de las formas más poderosas de conexión humana, y ya sea en pareja o en solitario, merece un espacio en la vida cotidiana. Dedicarse tiempo para descubrir y disfrutar de estos momentos puede ser una de las formas más valiosas de autocuidado.