09/03/2025 - Edición Nº240

Psicología

Educación

¿Roles o Esencias? La Psicología detrás de la Masculinidad y la Feminidad

28/11/2024 | Constantemente redefine los conceptos de género, desde la psicología, podemos abordar esta cuestión explorando no solo la construcción social de estos roles, sino también las necesidades emocionales y energéticas que representan



En un mundo que constantemente redefine los conceptos de género, una pregunta persiste: ¿por qué la masculinidad y la feminidad siguen siendo referencias esenciales en las dinámicas humanas? Desde la psicología, podemos abordar esta cuestión explorando no solo la construcción social de estos roles, sino también las necesidades emocionales y energéticas que representan.

El equilibrio de las polaridades

La masculinidad y la feminidad no son simplemente etiquetas; representan polaridades complementarias que ayudan a las personas a relacionarse consigo mismas y con los demás. Estos conceptos, entendidos como energía más que como categorías fijas, permiten un balance interno y externo en las relaciones humanas.

La masculinidad suele asociarse con características como la firmeza, la acción y el enfoque hacia objetivos, mientras que la feminidad se vincula con la empatía, la receptividad y la intuición. Ambas son necesarias, no solo a nivel personal, sino en la construcción de vínculos profundos. Desde esta perspectiva, las dinámicas femeninas y masculinas no deberían competir, sino complementarse.

Por qué un hombre inseguro ahuyenta a las mujeres

La inseguridad en un hombre se percibe como una falta de solidez y dirección, lo que puede generar rechazo en mujeres que buscan estabilidad emocional y relacional. Este tipo de inseguridad no solo afecta la autoestima masculina, sino que también proyecta dudas, miedo al rechazo o dependencia excesiva. Para muchas mujeres, la atracción hacia un hombre radica en su capacidad de liderar, proteger y mantenerse firme, no desde el autoritarismo, sino desde una autoconfianza auténtica.

La masculinidad y la feminidad no son simplemente etiquetas; representan polaridades complementarias que ayudan a las personas a relacionarse consigo mismas y con los demás

La violencia en las pequeñas cosas: el disfraz de la masculinidad mal entendida

Muchos hombres asocian equivocadamente ciertos comportamientos agresivos o de control con ser “masculinos”. Este tipo de violencia no siempre se manifiesta en un golpe, sino en acciones o palabras cargadas de dominación. Por ejemplo, frases como “Si estás conmigo, va a pasar esto o lo otro” son un claro acto de imposición. Estas expresiones buscan limitar la libertad de la mujer mediante amenazas implícitas o explícitas, disfrazadas de firmeza.

Esta actitud se interpreta como una negación del diálogo y del respeto hacia la autonomía de la otra persona, algo que mujeres conscientes de su valor ya no toleran. Cada vez más, la violencia psicológica y verbal es reconocida como una señal de inseguridad profunda y de incapacidad para relacionarse desde la igualdad.

¿Una cuestión de género o de energía?

Es importante aclarar que la masculinidad y la feminidad no están exclusivamente vinculadas al género biológico. Son expresiones humanas universales, presentes en diferentes grados en todas las personas. Desde la psicología, trabajamos para que cada individuo encuentre un equilibrio entre estas polaridades, respetando su esencia y autenticidad.

En un contexto donde los debates sobre género están a la orden del día, entender estas energías como fuerzas complementarias más allá de los estereotipos puede abrir la puerta a relaciones más plenas y armoniosas. El desafío es dejar de verlas como imposiciones culturales y empezar a percibirlas como herramientas para nuestra realización personal y emocional.
 

                                                                                                                               Lic. Laura Caballaro

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