De los celos a la comprensión: el verdadero amor desde la psicología

El verdadero amor no se construye sobre cimientos de posesión, control o temor, sino sobre la libertad, el entendimiento mutuo y la aceptación. Sin embargo, los celos, tan presentes en las relaciones humanas, suelen confundirse con una expresión de amor, cuando en realidad representan una barrera que distorsiona su esencia.

Desde la psicología, entendemos que los celos nacen del miedo: miedo a perder al otro, a no ser suficiente o a ser reemplazado. Este sentimiento, profundamente arraigado, suele estar vinculado a inseguridades personales y experiencias de apego que moldean nuestra forma de relacionarnos. Las personas que han vivido abandonos, rechazos o traiciones en etapas tempranas de su vida suelen ser más propensas a experimentar celos, proyectando estas heridas en sus vínculos actuales.

El problema de los celos radica en su capacidad para destruir lo que más queremos proteger. Cuando permitimos que el miedo dicte nuestras acciones, la relación se tiñe de desconfianza y control. Esto no solo afecta al vínculo, sino que también genera un desgaste emocional en ambas partes.

Del miedo a la confianza

El paso de los celos a la comprensión requiere un trabajo interno profundo. La psicología propone herramientas que ayudan a identificar los patrones que nos llevan a sentirnos amenazados. ¿Qué hay detrás de esa sensación? ¿Es realmente el comportamiento del otro, o es nuestra propia percepción de vulnerabilidad?

El desarrollo de la confianza mutua se convierte en un eje fundamental. La confianza no se basa únicamente en la certeza de que el otro será fiel, sino en la seguridad de que, pase lo que pase, podremos afrontar juntos las dificultades. Este tipo de confianza no se impone; se construye a través de la comunicación honesta y el respeto mutuo.

Cuando el amor es verdadero, no necesita cadenas para sostenerse

La comprensión como acto de amor

La comprensión trasciende el simple entendimiento de las palabras del otro; implica un esfuerzo consciente por ponerse en su lugar, ver el mundo desde sus ojos y aceptar que es un individuo único, con sus propias luchas, miedos y deseos. Cuando logramos comprender al otro, los celos pierden fuerza, porque dejamos de percibir al resto como amenazas y comenzamos a verlos como aliados en el camino del amor.

Amor como crecimiento

El verdadero amor no busca encadenar, sino liberar. Desde la psicología, se entiende que una relación saludable es aquella en la que ambas personas encuentran un espacio para crecer juntas y como individuos. Esto implica aceptar que el amor no se trata de completarnos, sino de acompañarnos en nuestro proceso de ser.

Pasar de los celos a la comprensión es una invitación a replantearnos qué significa realmente amar. Es aprender a soltar el control, a enfrentar nuestras inseguridades y a confiar en que, cuando el amor es verdadero, no necesita cadenas para sostenerse.

                                                                                                                  Lic. Laura Caballaro