30/07/2025 - Edición Nº383

Psicología

Cuidados

Cuando el amor duele: ¿Por qué muchas mujeres repiten vínculos violentos?

13/06/2025 16:13 | Familia disfuncional y una cultura que nos enseñó que amar es sufrir, raíces de uno de los fenómenos más complejos, y a la vez más dolorosos, del por qué una mujer que ha sido víctima de violencia de género puede volver a elegir, una y otra vez, vínculos similares



Desde la psicología, uno de los fenómenos más complejos, y a la vez más dolorosos, es comprender por qué una mujer que ha sido víctima de violencia de género puede volver a elegir, una y otra vez, vínculos similares. A veces se trata de la misma pareja, otras veces cambia el rostro, pero no el patrón. La respuesta, lejos de la culpabilización, nos lleva a las raíces: la familia disfunciona l y una cultura que nos enseñó que amar es sufrir.

Las heridas de origen

En muchos casos, la historia empieza en la infancia. Una familia disfuncional, con violencia, adicciones, abandono emocional o negligencia, no solo deja marcas profundas, sino que configura lo que se conoce como modelo interno de relación. Es decir, aprendemos cómo se ama a partir de lo que vivimos. Si crecer fue convivir con gritos, celos, manipulación o golpes, el sistema nervioso se habitúa al caos, al miedo y a la hipervigilancia. Lo tóxico se vuelve familiar, y lo sano, muchas veces, se percibe como aburrido, ajeno o incluso sospechoso.

Desde esta lógica, no se trata de “gusto” o “elección consciente”, sino de una repetición inconsciente que busca, paradójicamente, reparar lo vivido. El problema es que esa reparación no llega, porque quien tiene heridas abiertas tiende a vincularse desde la carencia y no desde la libertad.

Si crecer fue convivir con gritos, celos, manipulación o golpes, el sistema nervioso se habitúa al caos, al miedo y a la hipervigilancia

Amar no debería doler

A esto se suma un discurso cultural que ha hecho del amor romántico una especie de sacrificio perpetuo. Se exalta la entrega incondicional, la espera, el perdón infinito. Las canciones, las novelas y hasta los cuentos infantiles reforzaron la idea de que amar es sufrir, que hay que aguantar, que si duele, es porque es verdadero. Así, muchas mujeres no logran reconocer la violencia como tal: la justifican, la minimizan o la transforman en gestos de pasión.

Este combo entre lo aprendido en casa y lo validado por la sociedad deja a muchas mujeres atrapadas en relaciones donde el amor y el miedo conviven. Y aunque logren salir, si no hay un proceso de sanación y conciencia, es probable que el patrón se repita.

Cuando una mujer se reconcilia con su historia, deja de repetirla. Y entonces sí, puede amar sin miedo. Puede amar sin sufrir

Salir del ciclo

La salida no es sencilla, pero es posible. Implica desarmar creencias, identificar los mandatos heredados y, sobre todo, aprender a vincularse desde otro lugar. A veces, esto requiere un trabajo terapéutico profundo, donde la mujer pueda revisar su historia, resignificar sus experiencias y construir una nueva narrativa emocional.

No se trata solo de “dejar a quien te lastima”, sino de sanar para no volver a elegir desde la herida. Porque cuando una mujer se reconcilia con su historia, deja de repetirla. Y entonces sí, puede amar sin miedo. Puede amar sin sufrir.

                                                                                                                                               Lic. Laura Caballaro