El avance de las infecciones de transmisión sexual (ITS) traspasa fronteras, y los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se suman a la información del Ministerio de Salud, que registran casos y tasas de sífilis en la población general, a nivel país, con una tendencia en aumento, con casi 60 casos cada 100.000 habitantes. Asimismo, más de 140 mil personas tienen el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), aunque un 13 por ciento de ellas lo desconoce. También han aumentado los casos del Virus de Papiloma Humano (HPV), que en sus tipos de alto riesgo es la causa más frecuente del cáncer de cuello uterino y de otras enfermedades neoplásicas. También están en aumento las tasas de gonorrea, la segunda ITS bacteriana más frecuente en nuestro país, y de uretritis no gonocócica (habitualmente debida a Chlamydia Trachomatis), cuyos casos crecen desde 2020, entre otras ITS.
“Uno de los problemas más importantes es que hay personas que no conocen su diagnóstico, con lo cual no reciben tratamiento oportuno y eso complica su pronóstico a largo plazo y aumenta la posibilidad de transmitir la infección a otras personas. Por eso, es importante el diagnóstico temprano, ya sea en la consulta con el médico clínico, de cabecera o en una guardia. El diagnóstico temprano de las ITS y su tratamiento oportuno mejoran la posibilidad de curación de los pacientes y/o control de la infección y disminuye la posibilidad de que se sigan diseminando las infecciones”, sostiene la Dra. Vanesa Fridman, médica de la División Infectología del Hospital de Clínicas (MN 97832), quien estará a cargo de la mesa redonda “Nueva ola de Enfermedades de Transmisión Sexual” durante el 19º Congreso Internacional de Medicina Interna organizado por el nosocomio.
La especialista alerta: “Muchas de las ITS se relacionan con complicaciones a largo plazo, como por ejemplo infertilidad y enfermedad inflamatoria pélvica, en el caso de las infecciones por Chlamydia y gonococo, asi como cáncer de cuello de útero o cáncer anal en el caso de infeccion por HPV. Otra cuestión importante es la transmisión vertical, o sea que el médico tiene que estar atento a la mujer que está embarazada para estudiarla, tratarla y evitar la infección del recién nacido. La tasa de sífilis congénita fue de 1.14 cada 100.000 nacidos vivos en 2021, es decir, que nazca un bebé con esta enfermedad, habla de que el sistema de salud falla o llega tarde al diagnóstico de la mamá”.
La médica sostiene que una proporción significativa de pacientes "todavía no tienen claro cuáles son las formas de transmisión de las ITS ni métodos de prevención de las mismas independientemente del nivel educativo que tengan”. Agrega que las consecuencias no solo son para estas personas sino para la sociedad en general: “No es lo mismo que se diagnostique oportunamente la infección por HIV, el paciente reciba tratamiento adecuado y tenga control de carga viral (carga viral indetectable, con la posibilidad de evitar el contagio por via sexual), a llegar al diagnóstico en forma tardía con el consecuente aumento de la morbimortalidad y la dificultad en el tratamiento. Cuando eso pasa, el costo es también para la sociedad, porque al no recibir tratamiento se pueden seguir diseminando las infecciones. Las consultas, medicaciones, intervenciones tienen un costo para todos”.
Por otra parte, la edad aparece como un gran denominador común. Fridman sostiene que la gran mayoría de pacientes infectados con alguna ITS se encuentra en la franja de los 20 a 35 años. En relación a la sífilis, desde el Ministerio informan que “el mayor número de casos reportados corresponde al grupo de 20 a 24 años seguido de 25 a 29 años y 15 a 19 años”. En el caso del VIH, se diagnostica “un 69% de varones cis con VIH con una mediana de edad de 32 años, mientras que las mujeres cis representan el 29% con una mediana de 35 años”, según la cartera de salud.
De acuerdo con datos de dicha entidad, el 41,3% de las personas con gonorrea corresponden a jóvenes entre 15 y 24 años, seguido por el 27,9% en el grupo de 25 a 34 años. En relación a uretritis no gonocócicas el 31,6% de los casos se concentran en jóvenes de entre 15 a 24 años, y 25,6% en personas de 25 a 34 años. “En las mujeres cis, suele ser en el embarazo cuando tienen algún contacto con el sistema de salud, más que nada con las áreas de ginecología y obstetricia. Muchas incluso llegan a la consulta ya con el embarazo al término, se les hace un estudio y ahí es cuando se detecta la infección”, advierte Fridman.