La aplicación de inteligencias artificiales avanza de manera exponencial en cada vez más ámbitos de la vida. De acuerdo con un estudio de PageGroup, si bien aún no están completamente implementadas en las tareas laborales, el 24% de los profesionales de Argentina está utilizándolas, mientras que a escala global lo hace el 33%.
En lo que al ámbito de la salud respecta, estas tecnologías están ocupando cada vez más espacios y se vuelven aún más ineludibles a medida que pasa el tiempo. "Herramientas como el Chat GPT permiten dar una mejor atención al ofrecer asistencia en tareas administrativas que son rutinarias o mecánicas, que quitan tiempo y foco de atención al paciente”, sostiene el Dr. Ignacio Fernández Criado (MN 124.109), médico de planta de la 7ª Cátedra del Hospital de Clínicas de la UBA.
Por su parte, el Dr. Juan Ingelmo (MN 110.685), Jefe Interino del Departamento de Salud Mental de dicho hospital, afirma que “las IA están incorporándose cada vez más en el mundo de la medicina, en los más diversos espacios, para diferentes usos, no sólo para la escritura de historias clínicas, sino para la asistencia en la toma de decisiones médicas directamente. Ya no es posible desconocer este tipo de herramientas”, agrega en el marco de un anticipo de la mesa sobre “Nuevas tecnologías en medicina”, que coordinará junto al Dr. Fernández Criado, en el 19º Congreso Internacional de Medicina Interna que organiza el hospital-escuela.
Entre otras “capacidades” que destacan de las IA, los profesionales mencionan la de procesar y de almacenar información en grandes cantidades, como también su uso para la educación en medicina. Sin embargo, aseguran que donde estas tecnologías no superan todavía al humano en “escuchar al paciente, contenerlo, sanarlo”.
En relación a la existencia de aplicaciones que ofrecen asistencia en salud, el Dr. Fernández Criado sostiene que, sin indicación médica, equivalen a una “automedicación”. “Para indicar médicamente el uso de estas apps, deben estar aprobadas por organismos de control tal como cualquier tecnología, fármaco o aparato de diagnóstico. Ahora, si en los sitios de descarga hay millones de aplicaciones de lo que fuere y la gente las usa, escapa al mundo médico”.
El especialista agrega que “así como un médico indica realizar actividad física, se le puede recomendar a un paciente el uso de una aplicación cuyos beneficios están comprobados para, por ejemplo, mejorar su estado cognitivo. En este caso, hay un respaldo científico. Cuando no hay, es como comprar y consumir remedios sin receta y sin acompañamiento profesional”.
Por otra parte, en una proyección a futuro, Ingelmo comenta: “En términos generales, las herramientas de inteligencia artificial van a tender a seguir suplantando a esas tareas repetitivas y automatizables. Pero aquellas que tengan que ver con aspectos de comunicación personal, acompañamiento, uso de la empatía, no parecería ser reemplazables por estas tecnologías al menos en un corto plazo”.
“Los sistemas de inferencia de las IA van a contar con mayor información y probablemente serán más precisos. Sin duda van a ser usados en la educación médica. Además, posiblemente se extienda su actual uso en el análisis de imágenes médicas del diagnóstico. Se abre la posibilidad de la aplicación de estas herramientas en lo que se llama medicina de precisión, es decir en sistemas que sean capaces de hacer predicciones y sugerencias, a partir de información genética de una persona individual y sus características epigenéticas (condiciones de vida, del ambiente en el que vive, el tipo de alimentación que lleva, etc.)”, amplía el médico.
Fernández Criado destaca la IA como herramienta de educación: “Es fundamental para los estudiantes. Para poder ejercitar, les pedimos que la usen, que le pidan que les genere casos de pacientes ficticios para que ellos los vayan resolviendo. Pueden tener un ida y vuelta muy interactivo que les permite repasar algún tema”.
“Somos optimistas con la llegada de la IA a las ciencias de la salud. Los profesionales debemos familiarizarnos con su uso y hacerlo responsablemente porque, como dice Eric Topol, el uso de la IA puede volver a la medicina una ciencia humana, nuevamente”, dice el médico.
En la mesa “Nuevas tecnologías en medicina”, los especialistas buscarán mostrar a través de actividades prácticas cómo la IA puede ser una aliada para la asistencia en ciertas tareas cotidianas de la actividad médica y cómo pueden aportar en el aprendizaje de nuevos saberes. “Cuanto más profundo es el conocimiento de las herramientas, más útil será su uso”, coinciden.