Un accidente cerebrovascular ocurre cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o se reduce, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes. En la Argentina, ocurre un ACV cada cuatro a cinco minutos, y una de cada cuatro personas podría ser víctima de esta enfermedad.
La detección precoz de esta enfermedad y la consulta médica inmediata, son claves para reducir secuelas o complicaciones a largo plazo. Cabe destacar, que si bien los síntomas pueden empeorar o mejorar, o hasta incluso recuperarse por completo en pocos minutos u horas, igualmente advierten sobre la existencia de un problema vascular grave.
El ACV tiene los mismos factores de riesgo que la enfermedad coronaria: hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto, tabaquismo, sobrepeso y obesidad, sedentarismo, consumo de sal, entre otros. Por lo tanto, es prevenible y el tratamiento de ellos ayudará a evitar el primer ataque cerebrovascular y los ataques cerebrales recurrentes.
Las cinco señales de alarma
- Hablar de una manera confusa
- Sentir la cara adormecida o torcida
- Perder la fuerza y/o sentir dificultad para mover alguna parte del cuerpo
- Perder la visión en un ojo o en ambos
- Sentir un dolor de cabeza muy fuerte
Cómo prevenir un ACV
- Controles médicos regulares
- Estricto control de la presión arterial
- No fumar
- Seguimiento médico de la dieta
- Ejercicio físico
- Control estricto de la diabetes
- Control y tratamiento de las enfermedades del corazón