por Laura Caballaro
Con el tiempo, la emoción de la novedad se desvanece, dejando lugar a la monotonía y la previsibilidad. Las responsabilidades de la vida en pareja, como el trabajo, los hijos o las preocupaciones financieras, también añaden una carga de estrés que puede desplazar el interés por la intimidad. Además, los roles establecidos dentro del matrimonio pueden generar tensiones que dificultan la conexión erótica.
A menudo, el problema radica en la falta de comunicación abierta sobre las necesidades y fantasías sexuales. Cuando no se discuten estas expectativas, se crean silencios incómodos que erosionan la pasión.
Soluciones a tener en cuenta para reavivar el deseo:
1. Fomentar una comunicación abierta y honesta
Hablar sobre los deseos, fantasías y preocupaciones sexuales es esencial. Crear un espacio seguro para compartir lo que se quiere, sin juicios, puede romper la barrera del silencio y abrir nuevas puertas para la intimidad.
2. Romper la rutina
La monotonía puede ser letal para el deseo. Introducir nuevas actividades en pareja, ya sean citas diferentes, viajes o experiencias compartidas, ayuda a renovar la conexión. El cambio de entorno o dinámicas fuera de lo cotidiano puede reavivar la chispa inicial.
3. Explorar nuevas formas de intimidad
La intimidad no se limita al sexo. Los masajes, las caricias, el contacto físico no sexual y pasar tiempo de calidad juntos pueden crear una mayor conexión emocional y física, lo que a menudo lleva a una mejor vida sexual.
4. Dedicar tiempo al erotismo
En las relaciones a largo plazo, es importante recordar que el deseo necesita atención. Planificar momentos eróticos o priorizar la intimidad, incluso si eso significa agendarlo, puede ser clave. La espontaneidad es ideal, pero cuando la vida es muy demandante, a veces es mejor asegurarse de que haya tiempo para la intimidad.
5. Fantasías compartidas y juegos eróticos
Explorar fantasías juntos, dentro de los límites cómodos para ambos, puede traer emoción y novedad. Juegos de rol, juguetes sexuales o simplemente tener conversaciones eróticas puede renovar el deseo mutuo.
6. Mantener el cuidado personal y del otro
A veces, el descuido en la apariencia o en el bienestar personal puede influir en cómo uno se percibe a sí mismo y al otro. Cuidar la salud física y emocional, además de mostrar interés en el bienestar de la pareja, puede reavivar el atractivo mutuo.
7. Terapia de pareja o sexología
Si los problemas persisten, la ayuda profesional de un terapeuta especializado en sexología puede ofrecer herramientas valiosas para resolver conflictos y aprender a reconectar sexualmente.
8. Reevaluar las expectativas sobre la monogamia
No todas las personas viven la monogamia de la misma manera. Para algunas parejas, explorar alternativas, como la no monogamia consensuada, puede ser una opción. Siempre que se discuta abiertamente y ambos estén de acuerdo, puede brindar una nueva perspectiva a la relación sexual.
El matrimonio no tiene por qué ser el fin del deseo. Con dedicación, creatividad y esfuerzo mutuo, es posible mantener una vida sexual plena y satisfactoria a lo largo del tiempo.