por Laura Caballaro
Cada vez es más común escuchar historias de mujeres que se ven envueltas en relaciones con hombres casados o que, claramente, solo buscan una conexión superficial. Lo que podría empezar como una relación prometedora, muchas veces termina dejando un sabor amargo, llenando de confusión y dolor. ¿Por qué tantas mujeres terminan atrapadas en estas dinámicas? Y, más importante aún, ¿cómo pueden evitarlo?
💕La idealización: el primer obstáculo
Una de las principales razones por las que muchas mujeres caen en relaciones con hombres que no ofrecen lo que verdaderamente buscan, es la idealización. La falta de comunicación honesta y clara desde el inicio puede hacer que una persona se aferre a la idea de lo que podría llegar a ser, en lugar de lo que es.
Es común que, cuando alguien nos resulta atractivo o interesante, tendamos a obviar ciertas señales de alerta. Por ejemplo, que no hable demasiado de su vida personal, que no comparta detalles sobre su situación sentimental o que solo esté disponible en horarios específicos. Estas banderas rojas, aunque evidentes, se diluyen en el océano de la ilusión.
💕El autoengaño: ¿quién está al mando?
Otro de los factores clave es el autoengaño. En ocasiones, algunas mujeres prefieren "no saber" y se dejan llevar por la pasión del momento, creyendo que lo que están viviendo es temporal y que, en algún momento, él cambiará o elegirá una relación más seria. Este pensamiento no solo es peligroso, sino que perpetúa el ciclo de desilusiones.
💕Responsabilidad Afectiva: No se trata solo de la honestidad del otro, sino de nuestra propia disposición a ver la verdad, a aceptar los hechos tal y como son, y a actuar en consecuencia. Si un hombre no está disponible emocional o físicamente, es crucial tomar decisiones desde el amor propio, en lugar de aferrarse a falsas esperanzas.
💕 ¿Qué hacer ante estas situaciones?
1. Claridad desde el principio:
Es fundamental, desde las primeras interacciones, indagar sobre la situación emocional y sentimental del otro. No se trata de ser desconfiada, sino de ser realista. Preguntar sobre sus relaciones pasadas o presentes no es un tabú, es un derecho que todas tenemos para protegernos emocionalmente.
2. Observar las acciones, no solo las palabras: Un hombre que está realmente interesado en algo más que sexo o en construir una relación será coherente. Sus acciones respaldarán lo que dice. Si solo busca verte en momentos puntuales o evita los compromisos emocionales, es una señal de que sus intenciones no son claras.
3. No justificar comportamientos tóxicos: Una relación saludable no se basa en excusas ni en promesas vacías. Si un hombre no puede estar presente o tiene una situación sentimental comprometida, es importante no esperar ni creer que cambiará en el futuro. Las relaciones deben ser claras y recíprocas desde el comienzo.
💕El poder de elegir bien
Elegir bien no significa esperar a la persona perfecta, sino aprender a escuchar nuestras emociones y necesidades, y no dejarnos llevar por la soledad o el miedo al rechazo. También implica entender que estar sola es una opción válida y mucho más enriquecedora que estar con alguien que no nos valora o que nos utiliza solo para satisfacer sus deseos.
En este sentido, es vital fortalecer el amor propio. Cuando una mujer se conoce, se respeta y valora lo que tiene para ofrecer, se vuelve menos vulnerable a caer en relaciones que no le aportan. El amor propio actúa como una barrera que protege de situaciones en las que nos sentimos menospreciadas o utilizadas.
💕 ¿Cómo construir relaciones saludables?
Finalmente, es crucial recalcar que una relación sana se construye sobre la base de la transparencia, el respeto y la reciprocidad. Si bien es cierto que los engaños pueden ocurrir, estar alerta a las señales, fortalecer la autoestima y comunicarse de manera honesta son claves para evitar caer en estas trampas emocionales.
El amor verdadero no se esconde ni se complica. Es claro, abierto y comprometido. Las mujeres no necesitan resignarse a relaciones que las lastimen o a hombres que no están dispuestos a entregar lo mismo que reciben. Porque elegir bien, en definitiva, es una manifestación del amor más importante: el que tenemos hacia nosotras mismas.
Por Laura Caballaro, Lic. en Psicología